[Fanfic] Azulverdoso Capítulo 3: ¿?

[FLASHBACK]

Hace 2 meses

- Moshi moshi

- Ohkura, soy Ryo

- Oh, hola

- Hola, ¿te importa si quedamos?

- Eh?, no, ¿Cuándo?

- Ahora, en el bar donde vamos siempre.

- Vale ya voy para allá.

En poco tiempo llegué al bar, abrí la puerta, entre, había mucha gente y no encontraba a Ryo hasta que un camarero me dijo que estaba en la zona vip, que se le veía un poco deprimido, al oír esas palabras empecé a andar un poco más rápido. Cuando entre en la habitación donde estaba lo primero que hice fue preguntar:

- Ryo-chan ¿Estas bien?

- La verdad es que no, me ha dejado

- eh? ¿Quién? –que yo supiera él no estaba saliendo con nadie-.

- A es verdad, no sabias que estaba saliendo con alguien.

- La verdad es que no, por eso me ha extrañado

- Es que era una relación en secreto, ya que no queríamos que nos separaran, aunque al final el estúpido ese me ha dejado. Todo por otra persona. Me siento mal.

- Es fuerte que alguien rompa contigo, lo siento mucho.

La charla siguió hasta tarde, mientras bebíamos, Ryo me iba contando lo que le pasaba y sobre su relación. A la mañana siguiente me levante, estaba en su piso, me delia mucho la cabeza, no sabia que había pasado, me encontraba mal.

Cuando me fui a levantar me di cuenta que no llevaba la ropa puesta y que Ryo tampoco, me empecé a poner nervioso, de pronto note como alguien me abrazaba y decía:

- Buenos días, Ohkura-chan, ayer bebiste demasiado

- Buenos días, se ve que si, pero ¿Por qué estoy desnudo?

- No te lo imaginas, la verdad es que no me gusta hacerlo con compañeros de grupo, pero bueno, como ya te conté anoche no eres el primero, ese bastardo.

- ¿Por qué? No me acuerdo de eso, no, no quiero que sea verdad

- Escúchame con cuidado, la verdad es que no me gustaría que se lo dijeras a nadie, a parte de que hace mucho que tengo interés por ti.

- Eres de lo peor.

- Ya, pero es coña, jejeje.

- No me des esos sustos.

- Aunque no lo sabrás seguro jamás.

[/Fin del Flashback]

Todos estaban ensayando en el campo de béisbol donde iban a salir a cantar, pero de pronto empezó a llover y a hacer tormenta, así que los chicos se pusieron a cubierto. Sin darse cuenta se quedaron a solas Yassu y Ohkura.

- Ohkura

- Si

- ¿Qué paso con Ryo?

- Ya hace dos meses, pero aun no se si me dijo la verdad o no, y como el dijo, nunca sabré con seguridad si realmente paso algo o no. La verdad es que no se como sentirme ahora mismo.

- Espero que de verdad no pasara nada, aunque tampoco tengo derecho a decir nada, ya que yo aun no te había confesado mis sentimientos, pero siento como si Ryo estuviera escondiendo algo.

- Es que ha ese chico uno no sabe como pillarlo, tiene un forma de ser muy rara.

- Sobre lo que paso anoche, siento no haberte dejado terminar, tenia miedo que me dijeras algo que no quería oír, pero ahora la verdad es que estoy muy contento, aunque también estoy un poco nerviosillo.

- ¿Por qué?

- Por que te has declarado delante de todos los chicos. Aunque son ya de la familia me siento un poco nervioso.

- Jejeje, que inocente eres, la verdad es que aquí tendría que ser yo el que estuviera nervioso, que para eso soy el pequeño.

-La verdad, es que el nene pequeño del grupo soy yo, ¿o no?, ahora me vas a decir que no tratáis como al pequeño.

-Si, la verdad es que te tratamos como un niño pequeño.

-Cambiando de tema, ¿Qué harás con Ryo?

- La verdad es que no se, le aprecio mucho, pero esperare a ver que pasa.

Así pues los minutos fueron pasando y la lluvia fue amainando. Los chicos volvieron a ensayar, después se dispusieron a ir a comer, así que recogieron todas las cosas y se fueron hacia el coche que lo llevaría al hotel. Una vez allí todos se dirigieron al restaurante, ya que estaban muertos de hambre. Pero en un momento de descuido Ryo cogio del brazo a Yassu y se lo llevo corriendo hacia al lado contrario que los demás.

Una vez los dos solos Ryo le dijo:

-No te será fácil tener a Ohkura, lo sabes ¿verdad?

-No te tengo miedo, la verdad es que no puedes forzar a nadie para que salga contigo. Yo de ti lo asumiría lo antes posible, ya que así te estas haciendo daño.

-Eso a ti no te incumbe. Te lo he dejado claro, no voy a perder.

-No pienso hacer nada, la verdad es que ya has perdido, ¿no crees?, él ya eligió.

Los dos se miraban fijamente mientras Ryo apretaba fuertemente su puño, tenia unas ganas enormes de pegarle a Yassu, pero en su interior sabia que tenia razón en lo que estaba diciendo, aunque no lo quería admitir. No quería sentir que perdía a otra de las personas que más había querido.

Así pues los dos se dirigieron al restaurante, allí nadie pregunto nada, solo los miraron y siguieron comiendo.

Subaru estaba sentado en la terraza de la habitación que compartía con Yuu, mientras miraba como caía el agua de la lluvia se giro a la izquierda, miro a Yuu que estaba allí sentado y loe pregunto:

- ¿El amor es muy cruel?

- La verdad es que cuando no es correspondido duele mucho, sobretodo te dan ganas de coger cada borrachera, llorar y olvidarte de todo.

- ¿Te ha pasado alguna vez?

- La verdad es que si, pero ahora he aprendido que con solo estar a su lado y ser su apoyo basta.

- Si, eso es verdad

- ¿Y tú?

- La verdad es que no, ya sabes mi forma de ser, soy un poco desconfiado de mi mismo.

- Jajaja, tu siempre tan simpático, será por eso que te adoro.

- La verdad es que se que todos me queréis mucho, porque hago muchas payasadas, jejeje.

- Ver a Ohkura decirle eso a Yassu me ha dado fuerzas para declararme a la persona de la que estoy enamorada desde hace mucho.

- ¿De verdad? Me alegro mucho.

- Subaru, eres tú.

Mientras tanto en otra habitación están reunidos: Maru, Yassu, Shingo, Ohkura y Ryo, están jugando al “Uno”, la verdad es que nadie notaria que hay un triangulo amoroso.

- Vale pues el que pierda invita a los ganadores a merendar.

- ¡Dios, Ohkura deja de pensar en comida! –dijeron todos-.

- Ok, ok, no me gritéis, tendrías que pensar un poquito en mi estomago.

- La verdad es que estas muy guapo así, eso significa que no necesitas comer nada más.

- Es verdad lo que dice Maru, estas muy guapo, tan guapo que me dan ganas de cojerte y empezar a morderte.

- Espera, espera, parece como si tú también estuvieras hambriento.

- Ahora que me doy cuenta es verdad, jejeje.

- Venga quejitas, a jugar que tenéis miedo de perder contra mí.

- Vaya que sí Ryo, contra ti nunca perderé.

Así pues jugaron durante un buen rato, poco después desaparecieron Ryo y Ohkura. Estaban en la terraza hablando.

- Ryo, quiero que seas muy sincero conmigo.

- Ok, ¿Qué pasa?

- ¿Qué paso esa noche de hace dos meses?

- ¿De verdad lo quieres saber?

- Sí.

- Pues te lo contare.